Sin embargo, cuando los científicos
decidieron implantar el chip más
atrás de la retina, en el centro de
la mácula -la zona de la retina
encargada de la visión central-
en tres de los pacientes obtuvieron
mejores resultados.
Dos de éstos habían perdido la visión
debido a retinitis pigmentaria (RP),
un grupo de enfermedades hereditarias,
y el tercero debido a un trastorno relacionado
llamado coroideremia.
La RP conduce a la degeneración progresiva de
las células de la retina, lo que resulta en ceguera
nocturna, pérdida de la visión lateral y por lo
general ceguera permanente. Este estudio presenta
una prueba de concepto de que estos aparatos
pueden restaurar la visión útil a humanos ciegos,
pero el objetivo final de su aplicación
clínica tomará todavía algún tiempo.
Según explica el profesor Zrenner,
los mejores resultados del implante
fueron obtenidos con un paciente
llamado Miikka Terho,
quien logró reconocer cubiertos y una taza
colocados sobre una mesa y la cara de un reloj.
También pudo discernir siete tonos
distintos de gris, logró caminar por un
cuarto de forma independiente y
acercarse a la gente. En pruebas posteriores
Terho leyó grandes letras colocadas frente a él,
incluido su nombre que había sido mal escrito
de forma deliberada.
El paciente pudo notar el error pronto.
"Tres o cuatro días después del implante,
cuando todo había sanado, me sentí increíble
cuando vi actividad", le explicó Terho a la BBC
desde su casa en Finlandia. "Poco después de eso,
cuando la luz llegaba a mi ojo, fui capaz de ver
destellos, cierta actividad que antes no había tenido".
"Después, día tras día, cuando comencé a practicar
empecé a ver cada vez mejor con el paso del tiempo".
En unos cuantos días el paciente pudo leer letras
entrenando a su mente.
Ahora ya se le retiró el prototipo del implante pero se le
prometió una versión mejorada que le será implantada
pronto. El paciente afirma que el avance ha logrado
marcar una diferencia en su vida.
El chip funciona convirtiendo la luz que entra al
ojo en impulsos eléctricos que son alimentados
al nervio óptico detrás del ojo. Funciona con energía
externa y en el estudio preliminar fue conectado a
un cable que sale por la piel detrás
del oído para conectarse a una batería.
Los investigadores están ahora probando una versión
mejorada en la cual el dispositivo queda contenido
totalmente debajo de la piel y la energía es suministrada
a través de la piel por medio de un aparato externo que
se engancha detrás del oído.Tal como señala el profesor
Zrenner, "este estudio presenta una prueba de concepto
de que estos aparatos pueden restaurar la visión útil a
humanos ciegos, pero el objetivo final de su
aplicación clínica tomará todavía algún tiempo".
Fuente: BBC Mundo