UN RELOJ MUY ESPECIAL - ¡ HUMANO !

domingo, 17 de marzo de 2013

Perdiendo el tiempo... - Poldy Bird

Pintura - Peter Ellenshaw (1913-2007)


PERDIENDO EL TIEMPO...

Aquí estoy, perdiendo el tiempo.
Mientras mucha gente trabaja activamente en la fabricación de armas, mientras los políticos van de un lado a otro repitiendo sus frases grandilocuentes y haciendo amplios, generosos movimientos con sus brazos, mientras unos matan en el santo nombre de la libertad, otros matan en el santo nombre de la religión y otros matan en el santo nombre de la soberanía: mientras la mayoría se ocupa de cosas importantes como hacer grandes negocios, comprar, vender, acopiar, inquietar, crear dependencias, indagar, encuestar, disecar, analizar, organizar, distraer, culturalizar y... por sobre todas las cosas: ser dueños de la verdad, ser defensores de la justicia, ser "perfectos", yo estoy aquí, perdiendo el tiempo.
¿Para qué creó Dios al colibrí si nadie mira la saeta plateada de su vuelo que no ha podido copiar el más sofisticado avión?
Descubrí su nido entre la hiedra: tres veces el tamaño de un dedal.
Una familia de pájaros carpinteros picoteaban el tronco del aromo, cuello amarillo, gorrito colorado de obispo, plumas de tweed negro y gris.
Las hormigas se llevan, presurosas, hojitas del ligustro, antes de que la lluvia caiga.
Los sapos contentos por la inminete llegada del agua, hacen sonar sus panderetas de lata. Una orquesta metálica.
Este verano dejaron sin mosquitos el parque.
Aquí estoy, perdiendo el tiempo.
Muerdo una hoja de hierba y su verde sabor vegetal me hace savia la sangre. Soy un árbol, froto mi cabello con una nube.
Y soy también una canción.
Para muchos, una canción es una pérdida de tiempo.
Y es haraganear esto que estoy haciendo, enhebrar palabras con el hilo de seda del renglón, hacer con ellas unos dulces collares que se duermen, tibios, sobre tu pecho: una vuelta de ázucar, una vuelta de pena, una vuelta de luz, una vuelta de risa, una vuelta de viento.
Aquí estoy, perdiendo el tiempo, sin lavar, sin planchar, sin cocinar, sin hacer algo ostensiblemente útil, práctico... Antes... oía la voz de mis mayores diciéndome: "¿No tenés nada que hacer?" cuando me veían ensimismada, inventándole historias a las manchas de humedad de las paredes de la vieja casona. Y me acosaba una culpa, culpa mosquito picando mis manos no demasiadas hábiles, no me salen los puntos de crochet, ni lo ñoquis, ni los barquitos de papel.
Aquí estoy, perdiendo el tiempo y sin sentir ninguna culpa, y en vez de aquellas voces admonitorias, oigo las pisaditas de las primeras gotas de lluvia, pisaditas de vidrio, de tic tac de reloj, primeros acompasadas, después desordenadas como gnomos corriendo una carrera, atropéllandose sobre las fragancias que evapora el jardín.
Y recojo unas vueltas del collar de palabras para ponerlas aquí, sobre estas páginas:


TENGO LA LLAVE PERO NO SÉ CUÁL ES LA PUERTA.

EL SILENCIO ES UNA ATADURA TRANSPARENTE, NO LA VEMOS, NO SABEMOS DONDE CORTARLA.

ESTAS REJAS INDESTRUCTIBLES SON LA RUTINA.

A VECES, HACERSE A UN LADO PARA QUE OTRO PASE, ES SER EL PRIMERO.

"MÁS," "MENOS", NO ES MEJOR O PEOR.

UN GRITO ES SOLAMENTE UN ALA ROTA QUE TE IMPIDE VOLAR.

ESTAR QUIETO Y VOLAR, ESE ES EL SECRETO DE TU FUERZA
.

POLDY BIRD
de su libro: Ventanas



No hay comentarios: